Malcolm Cecil & Bob Margouleff; humanizando la tecnología

Malcolm Cecil & Bob Margouleff son parte clave y fundamental sobre todo en el sonido y éxito de los primeros discos de Stevie Wonder de la década de los 70.
Ellos colaboraron con Stevie en el empleo y programación de sintetizadores, a la vez que colaboraron tambien como productores e ingenieros de sonido. Inicialmente formaron un dúo británico de música electrónica bajo el nombre de Tonto's Expanding Head Band. El nombre lo adquirieron del sintetizador inventado por Malcolm Cecil T.O.N.T.O., acrónimo de "The Original and New Timbral Orchestra ". Una máquina basada en el Moog Modular III (que perteneció al productor Bob Margouleff), al que se le añadió un segundo Modular III, cuatro Oberheim SEM, dos ARP 2600, una pila de módulos de las compañías EMS y Serge, cierta circuitería digital para generar más sonidos, y una colección de secuenciadores analógicos.

Toda una revolución sonora por medio del primer y más grande sintetizador analógico polifónico y multitímbrico de la historia, al igual que todo un sueño para un hombre como Stevie Wonder que necesitaba una herramienta así para poder sacar al exterior toda su riqueza compositiva. El abanico de notas y sonidos que este equipo podía crear - y estamos hablando de principios de los años 70- era inimaginable por aquellos años. Desde los sonidos más templados y cálidos, hasta texturas más frias, u otros más insólitos y experimentales, sin comparación alguna con cualquier otro equipo, llegando incluso a sonidos que hoy en dia no han podido ser copiados por sintetizadores más actuales.

La colaboración resultó fundamental para crear nuevas texturas y sonidos no escuchados hasta el momento. Music of My Mind (1972), Talking Book (1972), Innervisions (1973) y Fulfillingness' First Finale (1974), son obras maestras no sólo en el aspecto compositivo, sino tambien en su concepto sonoro en parte logrado gracias a estos dos grandes hombres.

Un medio necesario para que un visionario en la música, como es Stevie Wonder, pudiera dar rienda suelta a su imaginación y sacar al exterior su genuino mundo creativo. Un jugoso néctar musical que prevalecerá eternamente, y en el que en este caso, la tecnología se puso al servicio de la música con la intención de expresar estados de ánimo, sentimientos, amor, tristeza..., en definitiva hacernos sentir mucho más humanos.


1 comentario:

Manuel dijo...

Gracias por publicarlo, Stevie para mi siempre ha sido un genio.
Un saludo.